top of page

Espectáculo y redes.

  • Foto del escritor: Bel Tornero
    Bel Tornero
  • 9 dic 2020
  • 3 Min. de lectura

La política siempre se ha difundido mediante la personalización de los movimientos, ya sea a través de los teóricos que formularon las bases que la sustentan o por los candidatos a llevarla a cabo. Este proceso sirve no solamente para visibilizar la propuesta política, sino también para facilitar su definición: cuando un partido político presenta a su candidato principal, a su líder, aúna todas las características de su ideología en esa persona. Cuando los votantes ven al representante del partido, ven también sus ideas y asocian su carácter y sus declaraciones directamente a las del partido.

ree

Antes de la digitalización, mantener la compostura y cuidar las formas era más sencillo para el líder político: Se limitaba a mantener una imagen acorde con las ideas del partido en sus apariciones públicas, su forma de vestir, gesticular, etc. Pero con la digitalización, la llegada de internet y, sobre todo, con la popularización de las redes sociales, la personalización de la política empezó a albergar otro tipo de subpuntos: las publicaciones en redes, los comentarios de los usuarios, los comentarios de los propios líderes, las imágenes/hashtags virales, etc. Actualmente, la comunicación del partido no solo tiene que tener en cuenta su actividad, sino también la de su líder, sus componentes y sus seguidores.

Las nuevas circunstancias plantean un nuevo campo, con nuevas posibilidades, cuya funcionalidad depende de las manos que dirijan la comunicación.

Aunque la complejidad que ha invadido a la política pueda parecer una desventaja respecto al estado anterior, estas nuevas características pueden utilizarse como una herramienta a favor del político. Cuantas más vertientes tengamos que controlar, más podemos completar el mensaje. Ahora, la personalización del líder puede dotarse de mayor credibilidad debido a la facilidad de mostrar su vida privada. Las estrategias pueden abarcar un ámbito mayor, con un aumento notable de información del público y con conocimiento inmediato de sus respuestas a las acciones comunicativas. De hecho, más que una situación de ventaja o desventaja, las nuevas circunstancias plantean un nuevo campo, con nuevas posibilidades, cuya funcionalidad depende de las manos que dirijan la comunicación.

El problema de este nuevo contexto son los límites.

Estos nuevos parámetros han propiciado que, al aumentar el nivel de personalización del líder, aumente de forma proporcional el nivel de espectacularización. Cuanto más se intenta entremezclar el perfil profesional del representante con su perfil personal, mayor es el nivel de espectáculo. La vida privada se lanza a la esfera pública para que los usuarios interactúen e intercambien opiniones con el objetivo de destacar los atributos más positivos del líder.


El problema de este nuevo contexto son los límites, las líneas que dividen lo personal de lo profesional. Esta separación, aunque cada más flexible, es la que da valor a la comunicación novedosa. Si se llega al límite de convertir al líder del partido en únicamente un líder, toda información personal se confundirá y se identificará, directamente, como información moldeada por los comunicadores, se convertirá en propaganda. El usuario no será capaz de discernir la comunicación de la persona.


Como ya se ha mencionado, el futuro de estas nuevas (o no tan nuevas) herramientas dependerán de la responsabilidad con la que se gestionen.


Bibliografía:

Instagram y la espectacularización de las crisis políticas. Las 5W de la imagen digital en el proceso independentista de Cataluña. (2018) P. López Rabadán y H. Doménech Fabregat.

Comments


bottom of page